Yo recurrí al delivery y desinfección de paquetes, aunque sí hay que reconocer que salimos una que otra vez para poder comprar algunas cosas de necesidad, o poder ver algunos juguetes de cerca, siempre con la seguridad y siempre donde no hay multitudes. 

Yo sentí la navidad igual como otros años, por el lado de tener cerca a los abuelos de mis hijos, que viven en el primer piso y nos reunimos a cenar en ambas festividades. Traté de no pensar en el maldito virus, pero no quise que me arruinara la navidad y el ultimo dia de éste viejo año.

Recordaré también que éste ultimo dia del año sufrí de una mastitis que gracias a Dios no se complicó y pude tratarla en casa gracias a cuidados de mi esposo y mi amiga Paty, con sus mensajes de cómo solucionarlo porque ella ya habia consultado con un doctor. Tengo gracias a Dios siempre buenas amigas y un esposo que nunca es indiferente ante cualquier mal que se presente, que a veces son muchos.

Escribir en mi blog, me hace más humana y menos electrónica, ahora todo es mensaje de voz, videos en YouTube o Instagram. Ya nadie escribe un poema o una carta. A mí me siguen fascinando, sólo que no lo digo en voz alta.

Me hubiera gustado salir más a la calle, ya saben, pasear con los chicos por las anchas calles del centro y ver las luces o adornos de la municipalidad, pero no sé si hubo éso. Aunque estuvo bien ver pelis de navidad, videollamadas con la familia que está lejos, apreciar la vida en sí, buscar nuestro propósito y amar a los que tenemos cerca. 

Pude entender este año que la vida es corta y efímera y al parecer no es tan tuya como decimos, pero sí es nuestra gran responsabilidad. 

Y empezamos el 2021 con 💪🏻 fuerza.