Cómo madre primeriza tenía en mi mente una historia diferente de mi primer embarazo; al menos de la relación abuela, mamá y futuro nieto.
Veía casi todos los días en el hospital chicas primerizas con sus madres ir a las consultas y controles, compartiendo consejos y enseñanzas, de ésas que se pasan de generación en generación; aquellos tips de llevar siempre un caramelo para las náuseas o ayudarlas a ir al baño cuando la barriga ya está muy grande.
Yo no me quejo, porque siempre tuve a mi esposo y a mi suegra a mi lado, pero no tuve la oportunidad de compartir lo más bonito que me ha pasado con la persona que me dió la vida y la persona indicada que podía decirme : "tranquila, yo ya pasé ésto contigo". O la persona que me entendería cuando mis pechos exploten de leche y dolor, o cuando necesite algo caliente después del puerperio.
La vida, puede ser dura y difícil algunas veces, pero siempre habrá una salida y personas que tomarán el lugar de la persona que supuestamente debía estar ahí para ti a pesar de todo, o que por alguna razón del destino ya no está a tu lado para apoyarte.
Aquí te daré unos tips para afrontar tu nueva vida de mamá sin la presencia o el apoyo moral de tu madre, si me sirvió a mí espero que a tí también.
- Me sirvió mucho no fijarme en lo que me faltaba sino en lo que ya tenía, el hecho de pensar en la salud de mi bebé me hizo más fuerte emocionalmente.
- Pensaba constantemente en el "hubiera" muchas veces, pero pensar en el pasado te estanca y no deja que pienses en el presente con claridad.
- Preguntarte si esa persona no tiene el deseo de ser abuela, o que pasaría si la llamas a pedirle ayuda o si luego la buscas para que conozca a su nieto, son cosas en vano, ya que en mi experiencia si la persona realmente tiene el deseo de "estar" o "existir" para alguien, simplemente lo hace. Forzar las cosas sólo complica la situación y vuelve incómodas a ambas partes.
- Ahora la madre eres tú, y debes ser fuerte, sé que querías compartir la bella noticia con aquella persona que podría ser tu mentora y guía en ésta etapa importante pero debes enfrentar la realidad, y seré fuerte. Aveces la verdadera familia no es de sangre sino amigos que haces en el camino o personas que te demuestran amor y respeto en lo largo de tus experiencias.
Así que si eres primeriza, y no tienes a tu madre cerca por cualquier motivo o razón que sea, no te pongas triste, la tristeza genera stress, y el stress es el enemigo número uno del embarazo.
Estar embarazada es una lucha, y esta vez tienes que luchar por tu bebé y por ti. La soledad puede estar en tu mente pero de ti depende mirar bien a tu alrededor y ver que no estás sola del todo.
